A pesar de que el diaporama se realiza hoy con toda eficacia en el ordenador, con programas de presentación como el Power Point, voy a incluir aquí la forma manual de hacerlo por si es de interés de alguien o por recordar un poco la historia reciente.
Qué
es y cómo se utiliza
Las diapositivas (hoy
obsoletas, sustituidas plenamente por la proyección informática) son, junto con las fotografías, las transparencias,
los carteles..., uno de los medios audiovisuales de los llamados de «imagen
fija», que ofrecen más posibilidades de iniciación en el aula a los medios de
comunicación, dada su facilidad de uso, su sencillez de manejo, simplicidad de
manipulación, economía y accesibilidad.
Es posible introducir
este medio audiovisual de comunicación en todos los niveles, especialidades y
materias de la formación profesional ocupacional. No sólo por la utilización
tradicional que de él se ha hecho en el aula, sino también por las
posibilidades que tiene de captar realidades y como nuevo lenguaje de expresión
e interpretación de la misma.
La
diapositiva
La diapositiva es un
positivo transparente, en color o blanco y negro, enmarcado para su proyección
en una montura, la más común, de 5x5 cms.
La
dianegativa
La dianegativa es un
negativo transparente, en blanco y negro, producto de la utilización de una
película revelada que no se positiva. Se enmarca para su proyección en una
montura de 5x5 cms. el negativo de una película fotográfica. Es muy sencilla de
realizar, fotografiando dibujos en blanco y negro y para su revelado no es
necesario laboratorio, ya que simplemente se utiliza el tanque o cubeta de
revelado. Posteriormente se pueden colorear con rotuladores permanentes.
Diascopio
Es el proyector de
diapositivas (de dia, a través de… y scopio, instrumento para ver o examinar,
proyector de transparencias).
Episcopio
Proyector de opacos (epi,
sobre). Tiende a desaparecer de las aulas por su gran tamaño en comparación con otros proyectores, por la
necesidad de oscurecer completamente el aula para verlo bien y porque debido a
la intensidad de calor que desprende puede abarquillar o quemar las láminas. No
obstante es conveniente tenerlo en cuenta ya que se encuentra todavía en muchos
centros y lugares formativos.
Epidiascopio
Proyector de diapositivas
y opacos.
Utilización
didáctica
La utilización didáctica
de las diapositivas en el aula puede servir como un recurso al servicio del
proceso educativo, diversificando diferentes fuentes de información y
ofreciendo una plataforma gráfica de gran motivación e interés para los
alumnos. Frente a las tradicionales clases -que se han basado hasta ahora en la
exclusiva verbalización por parte de los profesores de temas a veces
difícilmente explicables y observables visualmente con facilidad-, las
diapositivas pueden ser un instrumento privilegiado como soporte de apoyo y
auxiliar didáctico de los diferentes contenidos o áreas de trabajo.
Los principales
obstáculos que han impedido la generalización del uso de las diapositivas en el
aula son superables sin grandes dificultades. Por un lado, el tradicional
respeto y temor de los docentes al uso de nuevas tecnologías no tiene, en este
caso, prácticamente razón de ser, dada la facilidad con que se manejan estos
aparatos. Sí es cierto que la dificultad mayor está en la organización espacial
de los centros que impiden la presencia fija de los proyectores en las aulas y
las pantallas para su proyección y en muchos casos la imposibilidad de
oscurecer totalmente el aula. En este caso, la solución más viable y factible
es ir aumentando progresivamente el número de aulas dotadas con estos medios
que se caracterizan cada día más, precisamente por su menor coste.
La explotación pedagógica
de estos recursos en la enseñanza puede girar en torno a tres grandes ejes de
actuación: la proyección de montajes audiovisuales, la recreación de los mismos
y la elaboración de diaporamas más o menos complicados.
1.
Proyección de diaporamas
Por un lado, la
proyección de montajes audiovisuales de diapositivas -escaneadas
de libros o enciclopedias o realizadas por los
propios alumnos, y montadas en algún programa informático (power
point, por ejemplo) - pueden integrarse en
las programaciones didácticas de cualquier curso o acción formativa, como
complemento de los materiales escritos o del libro de texto. Estos montajes
permiten concebir una enseñanza más dinámica, que incorpora junto al libro de
texto y la pizarra, otros recursos didácticos motivadores e impactantes.
Hay que reconocer, por
otro lado, que este uso tradicional de las diapositivas en las aulas, no ha
venido acompañado en muchos casos, de un cambio de la metodología tradicional
de enseñanza, ya que los docentes han seguido impartiendo exclusivamente sus
clases magistrales, adornadas con dicho soporte visual, pero cambiando poco o nada la metodología.
Toda proyección debiera responder a un planificación didáctica -que no
tiene que ser laboriosa, pero sí explícita y compartida por un equipo de
trabajo o seminario- que incorpore actividades previas de los alumnos, así como
trabajos de post-proyección que permitan una profundización e interpretación
crítica tras ver la serie de diapositivas.
Producción
de diapositivas
La producción de
diapositivas (y dianegativas) comprende las siguientes etapas:
Toma o
escaneado de fotografías
Montaje en una
serie secuenciada en power point o similar
Sonorización en su caso
Preparación para el uso,
sin olvidar algún documento o ficha técnica que sirva como complemento
informativo o de trabajo reflexivo para el alumno.
Exposición mediante cañón proyector y defensa y
explicación oral del trabajo.
Actividades
con diaporamas
El diaporama se puede definir como la combinación de imágenes fijas proyectadas,
sincronizadas con un montaje sonoro a través de dispositivos informáticos
(antes se hacía con diapositivas y proyectores, uno o varios, analógicos) electrónicos.
Junto al tradicional uso
de la proyección de imágenes, ya sea acompañadas de bandas sonoras, ya sea como soporte visual a
explicaciones docentes, hay también otras posibilidades de uso de este medio
audiovisual que han sido menos utilizadas en las aulas. Profesores y alumnos
pueden participar en la recreación de montajes ya realizados, cambiando bandas
de sonido, alterando el orden de las imágenes, intercalando nuevas secuencias,
etc. Esta actividad permite, sin duda, adentrar a los alumnos en el
desciframiento de los mensajes audiovisuales, a través del proceso de la
captación del sentido de los mismos y su reinterpretación. Además esta
actividad posee indudables dotes lúdicas para los alumnos que aprenden
divirtiéndose creativamente, al tiempo que desmitifican la «aureola sacra» de
los «media».
El diaporama ofrece una
gran calidad de imagen y una gran complejidad audiovisual. El empleo de este
medio debe buscar la motivación de los alumnos, el uso de diferentes técnicas
de trabajo en grupo, dando prioridad a la participación y al protagonismo de
los alumnos, permitiendo que los
docentes se conviertan realmente en dinamizadores del proceso de aprendizaje.
La elaboración de
diaporamas o diatape, según diferentes terminologías, supone una
secuenciación de imágenes (elaboradas manualmente o en
ordenador, o escaneadas, o captadas mediante una
cámara fotográfica) y una banda sonora (palabras, músicas y efectos
especiales). La armonización de este conjunto tan amplio de elementos y su
correspondiente temporalización es una forma sencilla de iniciar a los alumnos
en el complejo mundo de la imagen y la comunicación, pues son ellos mismos los
que han de realizar todas las fases que conlleva este producto audiovisual. Sin
duda alguna, esta fase creativa es la vertiente que menos se ha potenciado en
las aulas y que mayores virtualidades tiene para que los alumnos conozcan estos
nuevos lenguajes y tengan los recursos necesarios para realizar su
interpretación icónica.
Los
medios técnicos
El diaporama es uno de
los medios audiovisuales más económicos y de más fácil manejo. Para su
utilización, sólo se requiere un cañón proyector, un ordenador, y sonido adaptado. En el proceso de creación, las dificultades
son fácilmente abordables, puesto que la elaboración manual requiere un
conocimiento técnico mínimo.
Integración en la formación
profesional ocupacional de adultos
En en acciones formativas
dedicadas a formadores en ejercicio o a futuros profesores, es imprescindible
el uso de diapositivas y la confección de diaporamas por la perfección de
detalles y las posibilidades técnicas y creativas que procura. Los alumnos
pueden ellos mismos elaborar el diaporama para luego verlo proyectado. Esta actividad aporta
una notable motivación a los alumnos, a la par que entran en el mundo de la
investigación profesional mientras buscan datos icónicos cuando emprenden la
tarea de elaborar montajes de diapositivas más o menos sofisticados sobre temas
del programa o de sus propias profesiones.
Las diapositivas pueden
ser, sin duda, y a pesar de los monótonos usos que tradicionalmente se les han
asignado, un revulsivo para innovar técnicas de aprendizaje, y cauce idóneo
para favorecer la participación de los alumnos, fomentando una enseñanza más
motivadora y más enraizada en el entorno cotidiano. Los recursos no modifican
en sí mismos la metodología, sino que es necesario un replanteamiento global de
la propia planificación didáctica.
Decía Mcluhan (1985) que «la
pedagogía contemporánea no corresponde a la era de la electricidad, se quedó en
la era de la escritura». Cuando la sociedad vive un mundo cargado de
sonidos e imágenes, la escuela, y la educación en general, sigue invirtiendo un
gran porcentaje de su tiempo y sus energías en enseñar exclusivamente el
alfabeto gráfico. «Antes de coger el tren de las nuevas tecnologías, no
debemos olvidar otros trenes que nunca se han llegado a coger», se afirmaba
en un interesante documento sonoro elaborado por profesores de la UNED (1986). En las aulas, se han
dedicado muchas horas a la memorización, al trabajo escrito, a los exámenes de
conocimiento, a los apuntes, a las pruebas, etc.; pero muy poco tiempo a
enseñar a hablar, a expresarse en público, a discutir dialogando, a debatir
sosegada y constructivamente, sin acritud... a emplear el lenguaje verbal como
instrumento esencial y prioritario de la comunicación humana, en los más
variados contextos y momentos: desde la charla en público al debate, desde el
soliloquio y el monólogo interior hasta la intervención en un medio de
comunicación, etc.
Especificidad
del medio
Los medios sonoros poseen
como medios de comunicación unas características propias que los hacen
especialmente óptimos y aptos para su uso en las aulas. Frente a la acaparadora
y exclusivista atención que requiere la imagen, los sonidos pueden ser
compaginados con otras actividades alternativas, sin coartar la imaginación, la
capacidad de evocación, la actividad manual (plástica, dinámica, artística...),
etc.
El mundo sonoro puede ser
además, un complemento perfecto para disminuir la apabullante presencia de los
ruidos (interferencias de todo tipo) en el aula. Músicas armoniosas,
recitaciones melódicas, poesías, narración oral de anécdotas, juegos verbales,
expresividad oral imaginativa... son actividades formativas y lúdicas que
permiten favorecer un mejor clima de aula, al tiempo que se fomenta una mejor
comunicación y el desarrollo del sentido musical, armonioso y sonoro.
Utilización
didáctica
Las posibilidades de
utilización didáctica del sonido en el aula giran, por tanto, en torno a la
audición de mensajes comerciales grabados en diferentes fuentes como la radio,
la televisión, las grabaciones sonoras o las propias producciones de los
alumnos. Hoy día es más asequible que nunca, dada la posibilidad de grabación y montajes
digitales.
La gama de aplicaciones
es inmensa y abarca tanto la creación de audiotecas, como la producción y
emisión de dramatizaciones, recitaciones, etc.
1.
La audición de mensajes sonoros
El elemento sonoro, en
sus vertientes de palabra/texto, música y efectos especiales y de ambiente
tiene amplias posibilidades en el aula: entretenimiento, información,
documentación, aprendizaje de idiomas, desarrollo del sentido estético-sonoro,
goce musical, etc.
Como recurso
complementario que permite ser alternado con otras actividades, la utilización
de los sonidos en los centros educativos, nos facilita la creación de
atmósferas más relajadas, con mayor ambiente de trabajo y un clima de
relaciones humanas más sosegadas y pacíficas.
Frente a los ruidos
externos y a la aplastante presencia en la sociedad de la «tiranía icónica», el
aula debe tender a convertirse en una isla de sonidos armoniosos.
2.
Creación y grabación de mensajes sonoros
Junto a la complementación
de otras actividades con la audición de mensajes sonoros, es viable desarrollar
también este medio de comunicación con el fomento de la producción de
comunicaciones orales, tanto aquéllas en las que los propios alumnos son
protagonistas de los mensajes, como otras donde actúen como intermediarios para
la captación de mensajes musicales, grabaciones históricas de acontecimientos
importantes, recuperación de documentos de tradicional oral (leyendas,
refranes, cuentos narrados por ancianos), programas de radio, etc.
La creación, grabación y
realización de montajes sonoros permite a los alumnos seguir todos los pasos
del proceso, puestos en marcha por los medios de comunicación oral en la
elaboración de sus mensajes. Seguir todas estas fases supone por tanto
descubrir las ventajas y limitaciones de estos medios de comunicación, al
tiempo que se van desvelando sus mecanismos de información y también de
manipulación. Es este proceso creativo el que pone en situación a los alumnos
para descubrir los resortes de información y convencimiento que los medios
poseen, así como sus virtualidades comunicativas.
En este campo de creación
de mensajes sonoros, ocupa sin duda un lugar importantísimo la participación de
los alumnos en programas de radio comerciales e incluso la construcción de
emisoras en los centros. De estas propuestas nos referiremos en los próximos
apartados.
Los
medios
Los instrumentos técnicos
empleados en el medio sonoro poseen como principal ventaja su facilidad de
manejo y su conocimiento prácticamente general. Los últimos avances digitales
y sus posibilidades de almacenamiento, han traído consigo equipos más versátiles,
manejables y portátiles, con tamaños reducidos y precios muy asequibles. Con
estos equipos se cuentan además no sólo en el aula, sino en los propios hogares
de los alumnos, por lo que se facilitan trabajos de profundización y
ampliación.
De todas formas, en los
centros educativos, debe potenciarse también la creación de «audiotecas» y
«discotecas» -en su sentido primario- como puntos neurálgicos y centrales para
la documentación y el almacenamiento de las producciones de los alumnos.
Desgraciadamente, nuestra cultura gráfica ha incidido en la necesidad de las
bibliotecas de centro y aula -que son por cierto, imprescindibles- y ha
abandonado totalmente el registro y archivo de los documentos sonoros.
En todo caso, la
potenciación del mundo sonoro en los centros educativos -como en el resto de
los medios de comunicación- no exige necesariamente la presencia de un lugar
específico de custodia de materiales. En esta apasionante aventura, lo esencial
es la planificación de los equipos de profesores para hacer realidad un
proyecto educativo donde esta dimensión crucial de la persona no sea olvidada.
Integración
en los planes formativos
Muchos profesores,
encandilados por la presencia apabullante de la imagen, consideran al sonido
como un medio pobre. Sin embargo, las posibilidades del mundo sonoro están aún
por descubrir en la mayoría de los centros educativos.
El mundo auditivo ofrece
múltiples pistas de trabajo para desarrollar la sensibilidad y el espíritu
crítico e investigador de los alumnos. El desarrollo de la expresión oral sigue
siendo una asignatura pendiente en el mundo de comunicación interpersonal ya
que la mayoría de los alumnos no recibieron en su momento la enseñanza
expresiva oral suficiente como para comunicarse, hablar en público o presentar
mensajes ante determinados auditorios.
La expresión oral,
mediante diálogos, debates, exposiciones, composiciones verbales, descripciones
en alta voz... debe estar incluida en todas las acciones formativas,
inexcusablemente en lo que se refiere a orientación y búsqueda de empleo,
comunicación, venta de productos, marketing y publicidad, formación y aprendizaje,
y en todos aquellos campos correspondientes a familias profesionales que tengan
que ver con la información y la gestión o atención al público.
Pero es necesario además,
potenciar este nivel expresivo con el empleo de cintas magnetofónicas,
audiciones de discos documentales y musicales, grabaciones de los propios
alumnos, análisis y participación en programas de radio, audición de textos
literarios en grabaciones, dramatizaciones y teatros grabados, etc.
La expresión oral tiene
en los medios de comunicación sonoros múltiples posibilidades de desarrollo
para la adquisición de hábitos orales en idiomas, grabaciones de entrevistas
adquiriendo la tan ignorada técnica del preguntar, recuperación de mensajes
sonoros populares (como romances, fandangos, recetas de cocina, consejos de «la
vieja», refranes, canciones y leyendas orales...), etc.
El medio sonoro puede ser
explotado también en los centros educativos como objeto de estudio y análisis,
aprendiendo a manejar técnicamente los aparatos (cómo funcionan, por qué se
graba, cuáles son los distintos sistemas de reproducción del sonido y las
peculiaridades de cada uno, cómo se monta un estudio de audio, etc. En todo
caso, estas actividades pueden tener finalidad en sí mismas, ya que en el mundo
laboral, en la empresa, es cada vez mayor la necesidad de polivalencia
profesional.
Es importante además que
los alumnos sean más conscientes de la importancia que los medios tienen como
lenguajes y de la necesidad de comprenderlos y hacer un mejor uso de ellos.
En educación es necesario
también potenciar el análisis y reflexión de los mensajes sonoros que
diariamente recibimos de los medios comunicación. Radio, televisión, cine,
megafonías... ponen a diario en funcionamiento un conjunto de informaciones que
tienen que ser interpretadas desde una óptica crítica y responsable. Técnicas
de montaje, procesos de guionización, recursos orales de los medios, sistemas
de captación de los oyentes, etc. son, entre otras, nuevas propuestas para una
integración didáctica de los medios sonoros en las aulas de los centros
formativos.
Desde que en 1901
se produjera la primera emisión entre América y Gran Bretaña por radio, las
cosas han cambiado mucho. Nuestro aire está invadido por las ondas y las
frecuencias están cada vez más saturadas. Telefonía móvil, radioteléfonos
infantiles, emisiones vía satélite, ondas pesqueras, telecomunicaciones
intercontinentales, televisión internacional, sistemas de búsqueda
personalizados... son ya parte del universo cotidiano.
La existencia de las
ondas electromagnéticas transmisibles en el espacio fue descubierta en el campo
técnico a mediados del siglo pasado por el físico C. Maxwell. Sin embargo, la
historia asigna el descubrimiento de la radio al italiano Marconi, quien en 1897
consigue la transmisión práctica por medio del sistema morse. Desde aquel
evento hasta hoy, la radio ha evolucionado en calidad tecnológica y
especialmente en las infinitas posibilidades de uso, no ya sólo como medio de
información de masas, sino como sistema interpersonal de comunicación.
Sin embargo, la radio,
desgraciadamente, ha permanecido muy ajena al mundo de la educación. Ni los
profesionales del medio han comprendido la particularidad del mundo docente, ni
el sistema educativo ha sabido integrar los valores formativos de este medio
sonoro. Ferrán González (1989) dice que «no se trata de jugar a hacer radio, ni
siquiera de realizar una actividad paralela a la escuela, consiste en
aprovechar la magia de la radio para hacer una educación más activa, democrática,
crítica y solidaria».
No obstante, frente a
este desconocimiento mutuo, en los últimos años hemos ido asistiendo a una
tendencia de encuentros y convergencias que han llegado a materializarse en
experiencias de programas de radio elaborados por profesionales destinados
especialmente por sus temáticas y lenguajes a alumnos de todos los niveles,
programas elaborados por los propios alumnos en las emisoras comerciales con un
mayor o menor protagonismo y periodicidad, así como la creación de emisoras en
los mismos centros educativos, con posibilidades de difusión autónomas, dentro
de ciertas limitaciones. El número de experiencias didácticas de radios ha
aumentado progresivamente en los últimos años, recibiendo incluso respaldos de
la administración educativa, como proyectos de innovación y experimentación
educativa.
La fundamentación
pedagógica que sustenta el uso de la radio en la enseñanza gira alrededor de
los mismos planteamientos generales que justifican el empleo didáctico de los
medios de comunicación en las aulas: la presencia social de la comunicación
audiovisual y la consiguiente necesidad de favorecer una lectura crítica y
creativa de los mismos, así como de abrir los centros educativos a la realidad
del entorno.
Aprender desde las aulas
individual y colectivamente a escuchar reflexiva y creativamente diferentes
mensajes provenientes de los «media», potenciar el valor de lo verbal (dicción,
expresividad, vocalización, lógica de exposición, propiedad discursiva, etc.)
así como adquirir técnicas de trabajo colectivo, de investigación, de
programación de proyectos, de iniciativa creadora, de autogestión... son sin
lugar a dudas tareas a las que la educación no puede renunciar.
Las diferentes materias
de un plan formativo, con el uso de los medios de comunicación sonoros, pueden
ser interrelacionadas en una globalización metodológica que responda más
fielmente, según los principios modernos del aprendizaje, a la manera que los
alumnos tienen de percibir el mundo y la realidad. La parcelación abstracta que
las disciplinas someten a la realidad, necesita contrapesos globalizadores e
interdisciplinares.
El uso de los medios, y
en este caso, de la radio, facilita esa necesaria interconexión, puesto que
pone en funcionamiento los mecanismos de estímulo suficientes para hacer la
labor educativa más motivante, creativa, cercana a la realidad cotidiana y
próxima al proceso investigador/creador. En definitiva, una enseñanza mucho más
dinámica, activa, participativa y sensible a la necesidad de preparar e insertar
desde las aulas ciudadanas y ciudadanos democráticos, responsables y libres.
Utilización didáctica
La utilización didáctica
de la radio en la enseñanza puede entenderse desde diferentes niveles. En
nuestro análisis, la enfocaremos desde una doble vertiente: la radio como
sustento o soporte de acciones educativas -radio educativa- y la radio que se
produce en las aulas, según el grado de protagonismo de los alumnos y los roles
que desempeñen en el proceso de recepción y creación del mensaje radiofónico.
1. La radio educativa
Los mensajes radiofónicos
emitidos por las emisoras comerciales han estado prácticamente ignorados en los
centros educativos: el desconocimiento de las programaciones, la inadecuación
de los horarios de emisión, la poca sensibilidad de las emisoras comerciales
ante el mundo de la educación, incluida la profesional y la escasa
mentalización y formación de los profesores para el uso de este medio como
recurso educativo han sido entre otras, algunas de las causas que han provocado
que, salvo contadas y a veces muy interesantes experiencias, la radio comercial
no haya tenido peso específico en las aulas.
Alumnos en una emisora en
las aulas
Sin embargo, las
posibilidades que ofrece la radio comercial como medio de conocimiento y
aprendizaje en el aula están aún por explorar. Los alumnos, individual o
colectivamente como oyentes, pueden desarrollar sus conocimientos de temas que
tienen que ver con su formación profesional o simplemente fomentar actitudes
críticas y reflexivas como usuarios de un medio de comunicación de notable
incidencia social.
La magia del sonido a
través de la voz, la música y los efectos especiales cautivan fácilmente
permitiendo desarrollar la creatividad e imaginación. La posibilidad de
creación de mundos imaginarios propios a través del valor sugerente de la
fusión entre la palabra y la música, así como el empleo del lenguaje como
símbolo de percepción e identificación personal, encuentran en la radio un
aliado idóneo.
Las diferentes materias
que se aglutinan y conjugan en una determinada acción formativa, son de alguna
manera analizadas a través de los programas de ocio, cultura, debates,
coloquios, noticias, informes, concursos, deportivos, musicales... Y no se
trata simplemente de encontrar el referente inmediato en las asignaturas
tradicionales. La radio ofrece una visión globalizadora de la que a veces
estamos ausentes en el contexto formativo. Esta globalización de los
conocimientos -basados en el entorno cotidiano- se revela de esta forma como
elemento crucial del proceso de aprendizaje.
La radio comercial ofrece
en sus diferentes y variadas cadenas provinciales, regionales y nacionales una
programación amplísima. Voz, música y efectos sonoros favorecen, en resumen, la
creatividad, imaginación y reflexión de los alumnos. Además es posible la
audición colectiva de programas musicales, debates o tertulias, noticias y
entrevistas. Sin embargo, las radios comerciales no han sabido hasta ahora
generalmente sintonizar con el mundo de la educación.
En este campo, las
posibilidades están muy abiertas y tanto docentes como periodistas de radio
tendrán que seguir lanzándose recíprocamente lazos para el encuentro.
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