jueves, 15 de octubre de 2015

Recursos audiovisuales


Resultado de imagen para diferentes recursos audiovisuales en la formacion de los alumnos


 A pesar de que el diaporama se realiza hoy con toda eficacia en el ordenador, con programas de presentación como el Power Point, voy a incluir aquí la forma manual de hacerlo por si es de interés de alguien o por recordar un poco la historia reciente.
Qué es y cómo se utiliza
Las diapositivas (hoy obsoletas, sustituidas plenamente por la proyección informática) son, junto con las fotografías, las transparencias, los carteles..., uno de los medios audiovisuales de los llamados de «imagen fija», que ofrecen más posibilidades de iniciación en el aula a los medios de comunicación, dada su facilidad de uso, su sencillez de manejo, simplicidad de manipulación, economía y accesibilidad.
Es posible introducir este medio audiovisual de comunicación en todos los niveles, especialidades y materias de la formación profesional ocupacional. No sólo por la utilización tradicional que de él se ha hecho en el aula, sino también por las posibilidades que tiene de captar realidades y como nuevo lenguaje de expresión e interpretación de la misma.
La diapositiva
La diapositiva es un positivo transparente, en color o blanco y negro, enmarcado para su proyección en una montura, la más común, de 5x5 cms.
La dianegativa
La dianegativa es un negativo transparente, en blanco y negro, producto de la utilización de una película revelada que no se positiva. Se enmarca para su proyección en una montura de 5x5 cms. el negativo de una película fotográfica. Es muy sencilla de realizar, fotografiando dibujos en blanco y negro y para su revelado no es necesario laboratorio, ya que simplemente se utiliza el tanque o cubeta de revelado. Posteriormente se pueden colorear con rotuladores permanentes.
Diascopio
Es el proyector de diapositivas (de dia, a través de… y scopio, instrumento para ver o examinar, proyector de transparencias).
Episcopio
Proyector de opacos (epi, sobre). Tiende a desaparecer de las aulas por su gran tamaño en comparación con otros proyectores, por la necesidad de oscurecer completamente el aula para verlo bien y porque debido a la intensidad de calor que desprende puede abarquillar o quemar las láminas. No obstante es conveniente tenerlo en cuenta ya que se encuentra todavía en muchos centros y lugares formativos.
EpidiascopioResultado de imagen para diferentes recursos audiovisuales en la formacion de los alumnos
Proyector de diapositivas y opacos.
Utilización didáctica
La utilización didáctica de las diapositivas en el aula puede servir como un recurso al servicio del proceso educativo, diversificando diferentes fuentes de información y ofreciendo una plataforma gráfica de gran motivación e interés para los alumnos. Frente a las tradicionales clases -que se han basado hasta ahora en la exclusiva verbalización por parte de los profesores de temas a veces difícilmente explicables y observables visualmente con facilidad-, las diapositivas pueden ser un instrumento privilegiado como soporte de apoyo y auxiliar didáctico de los diferentes contenidos o áreas de trabajo.
Los principales obstáculos que han impedido la generalización del uso de las diapositivas en el aula son superables sin grandes dificultades. Por un lado, el tradicional respeto y temor de los docentes al uso de nuevas tecnologías no tiene, en este caso, prácticamente razón de ser, dada la facilidad con que se manejan estos aparatos. Sí es cierto que la dificultad mayor está en la organización espacial de los centros que impiden la presencia fija de los proyectores en las aulas y las pantallas para su proyección y en muchos casos la imposibilidad de oscurecer totalmente el aula. En este caso, la solución más viable y factible es ir aumentando progresivamente el número de aulas dotadas con estos medios que se caracterizan cada día más, precisamente por su menor coste.
La explotación pedagógica de estos recursos en la enseñanza puede girar en torno a tres grandes ejes de actuación: la proyección de montajes audiovisuales, la recreación de los mismos y la elaboración de diaporamas más o menos complicados.
1. Proyección de diaporamas
Por un lado, la proyección de montajes audiovisuales de diapositivas -escaneadas de libros o enciclopedias o realizadas por los propios alumnos, y montadas en algún programa informático (power point, por ejemplo) - pueden integrarse en las programaciones didácticas de cualquier curso o acción formativa, como complemento de los materiales escritos o del libro de texto. Estos montajes permiten concebir una enseñanza más dinámica, que incorpora junto al libro de texto y la pizarra, otros recursos didácticos motivadores e impactantes.
Hay que reconocer, por otro lado, que este uso tradicional de las diapositivas en las aulas, no ha venido acompañado en muchos casos, de un cambio de la metodología tradicional de enseñanza, ya que los docentes han seguido impartiendo exclusivamente sus clases magistrales, adornadas con dicho soporte visual, pero cambiando poco o nada la metodología.
Toda proyección debiera responder a un planificación didáctica -que no tiene que ser laboriosa, pero sí explícita y compartida por un equipo de trabajo o seminario- que incorpore actividades previas de los alumnos, así como trabajos de post-proyección que permitan una profundización e interpretación crítica tras ver la serie de diapositivas.
Producción de diapositivas
La producción de diapositivas (y dianegativas) comprende las siguientes etapas:
Toma o escaneado de fotografías
Montaje en una serie secuenciada en power point o similar
Sonorización en su caso
Preparación para el uso, sin olvidar algún documento o ficha técnica que sirva como complemento informativo o de trabajo reflexivo para el alumno.
Exposición mediante cañón proyector y defensa y explicación oral del trabajo.
Actividades con diaporamas
El diaporama se puede definir como la combinación de imágenes fijas proyectadas, sincronizadas con un montaje sonoro a través de dispositivos informáticos (antes se hacía con diapositivas y proyectores, uno o varios, analógicos) electrónicos.
Junto al tradicional uso de la proyección de imágenesya sea acompañadas de bandas sonoras, ya sea como soporte visual a explicaciones docentes, hay también otras posibilidades de uso de este medio audiovisual que han sido menos utilizadas en las aulas. Profesores y alumnos pueden participar en la recreación de montajes ya realizados, cambiando bandas de sonido, alterando el orden de las imágenes, intercalando nuevas secuencias, etc. Esta actividad permite, sin duda, adentrar a los alumnos en el desciframiento de los mensajes audiovisuales, a través del proceso de la captación del sentido de los mismos y su reinterpretación. Además esta actividad posee indudables dotes lúdicas para los alumnos que aprenden divirtiéndose creativamente, al tiempo que desmitifican la «aureola sacra» de los «media».
El diaporama ofrece una gran calidad de imagen y una gran complejidad audiovisual. El empleo de este medio debe buscar la motivación de los alumnos, el uso de diferentes técnicas de trabajo en grupo, dando prioridad a la participación y al protagonismo de los alumnos, permitiendo que los docentes se conviertan realmente en dinamizadores del proceso de aprendizaje.
La elaboración de diaporamas o diatape, según diferentes terminologías, supone una secuenciación de imágenes (elaboradas manualmente o en ordenador, o escaneadas, o captadas mediante una cámara fotográfica) y una banda sonora (palabras, músicas y efectos especiales). La armonización de este conjunto tan amplio de elementos y su correspondiente temporalización es una forma sencilla de iniciar a los alumnos en el complejo mundo de la imagen y la comunicación, pues son ellos mismos los que han de realizar todas las fases que conlleva este producto audiovisual. Sin duda alguna, esta fase creativa es la vertiente que menos se ha potenciado en las aulas y que mayores virtualidades tiene para que los alumnos conozcan estos nuevos lenguajes y tengan los recursos necesarios para realizar su interpretación icónica.
Los medios técnicos
El diaporama es uno de los medios audiovisuales más económicos y de más fácil manejo. Para su utilización, sólo se requiere un cañón proyector, un ordenador, y sonido adaptado.  En el proceso de creación, las dificultades son fácilmente abordables, puesto que la elaboración manual requiere un conocimiento técnico mínimo.
Integración en la formación profesional ocupacional de adultos
En en acciones formativas dedicadas a formadores en ejercicio o a futuros profesores, es imprescindible el uso de diapositivas y la confección de diaporamas por la perfección de detalles y las posibilidades técnicas y creativas que procura. Los alumnos pueden ellos mismos elaborar el diaporama para luego verlo proyectado. Esta actividad aporta una notable motivación a los alumnos, a la par que entran en el mundo de la investigación profesional mientras buscan datos icónicos cuando emprenden la tarea de elaborar montajes de diapositivas más o menos sofisticados sobre temas del programa o de sus propias profesiones.
Las diapositivas pueden ser, sin duda, y a pesar de los monótonos usos que tradicionalmente se les han asignado, un revulsivo para innovar técnicas de aprendizaje, y cauce idóneo para favorecer la participación de los alumnos, fomentando una enseñanza más motivadora y más enraizada en el entorno cotidiano. Los recursos no modifican en sí mismos la metodología, sino que es necesario un replanteamiento global de la propia planificación didáctica.


Decía Mcluhan (1985) que «la pedagogía contemporánea no corresponde a la era de la electricidad, se quedó en la era de la escritura». Cuando la sociedad vive un mundo cargado de sonidos e imágenes, la escuela, y la educación en general, sigue invirtiendo un gran porcentaje de su tiempo y sus energías en enseñar exclusivamente el alfabeto gráfico. «Antes de coger el tren de las nuevas tecnologías, no debemos olvidar otros trenes que nunca se han llegado a coger», se afirmaba en un interesante documento sonoro elaborado por profesores de la UNED (1986). En las aulas, se han dedicado muchas horas a la memorización, al trabajo escrito, a los exámenes de conocimiento, a los apuntes, a las pruebas, etc.; pero muy poco tiempo a enseñar a hablar, a expresarse en público, a discutir dialogando, a debatir sosegada y constructivamente, sin acritud... a emplear el lenguaje verbal como instrumento esencial y prioritario de la comunicación humana, en los más variados contextos y momentos: desde la charla en público al debate, desde el soliloquio y el monólogo interior hasta la intervención en un medio de comunicación, etc.
Especificidad del medio
Los medios sonoros poseen como medios de comunicación unas características propias que los hacen especialmente óptimos y aptos para su uso en las aulas. Frente a la acaparadora y exclusivista atención que requiere la imagen, los sonidos pueden ser compaginados con otras actividades alternativas, sin coartar la imaginación, la capacidad de evocación, la actividad manual (plástica, dinámica, artística...), etc.
El mundo sonoro puede ser además, un complemento perfecto para disminuir la apabullante presencia de los ruidos (interferencias de todo tipo) en el aula. Músicas armoniosas, recitaciones melódicas, poesías, narración oral de anécdotas, juegos verbales, expresividad oral imaginativa... son actividades formativas y lúdicas que permiten favorecer un mejor clima de aula, al tiempo que se fomenta una mejor comunicación y el desarrollo del sentido musical, armonioso y sonoro.
Utilización didáctica
Las posibilidades de utilización didáctica del sonido en el aula giran, por tanto, en torno a la audición de mensajes comerciales grabados en diferentes fuentes como la radio, la televisión, las grabaciones sonoras o las propias producciones de los alumnos. Hoy día es más asequible que nunca, dada la posibilidad de grabación y montajes digitales.
La gama de aplicaciones es inmensa y abarca tanto la creación de audiotecas, como la producción y emisión de dramatizaciones, recitaciones, etc.
1. La audición de mensajes sonoros
El elemento sonoro, en sus vertientes de palabra/texto, música y efectos especiales y de ambiente tiene amplias posibilidades en el aula: entretenimiento, información, documentación, aprendizaje de idiomas, desarrollo del sentido estético-sonoro, goce musical, etc.
Como recurso complementario que permite ser alternado con otras actividades, la utilización de los sonidos en los centros educativos, nos facilita la creación de atmósferas más relajadas, con mayor ambiente de trabajo y un clima de relaciones humanas más sosegadas y pacíficas.
Frente a los ruidos externos y a la aplastante presencia en la sociedad de la «tiranía icónica», el aula debe tender a convertirse en una isla de sonidos armoniosos.
2. Creación y grabación de mensajes sonoros
Junto a la complementación de otras actividades con la audición de mensajes sonoros, es viable desarrollar también este medio de comunicación con el fomento de la producción de comunicaciones orales, tanto aquéllas en las que los propios alumnos son protagonistas de los mensajes, como otras donde actúen como intermediarios para la captación de mensajes musicales, grabaciones históricas de acontecimientos importantes, recuperación de documentos de tradicional oral (leyendas, refranes, cuentos narrados por ancianos), programas de radio, etc.
La creación, grabación y realización de montajes sonoros permite a los alumnos seguir todos los pasos del proceso, puestos en marcha por los medios de comunicación oral en la elaboración de sus mensajes. Seguir todas estas fases supone por tanto descubrir las ventajas y limitaciones de estos medios de comunicación, al tiempo que se van desvelando sus mecanismos de información y también de manipulación. Es este proceso creativo el que pone en situación a los alumnos para descubrir los resortes de información y convencimiento que los medios poseen, así como sus virtualidades comunicativas.
En este campo de creación de mensajes sonoros, ocupa sin duda un lugar importantísimo la participación de los alumnos en programas de radio comerciales e incluso la construcción de emisoras en los centros. De estas propuestas nos referiremos en los próximos apartados.
Los medios
Los instrumentos técnicos empleados en el medio sonoro poseen como principal ventaja su facilidad de manejo y su conocimiento prácticamente general. Los últimos avances digitales y sus posibilidades de almacenamiento, han traído consigo equipos más versátiles, manejables y portátiles, con tamaños reducidos y precios muy asequibles. Con estos equipos se cuentan además no sólo en el aula, sino en los propios hogares de los alumnos, por lo que se facilitan trabajos de profundización y ampliación.
De todas formas, en los centros educativos, debe potenciarse también la creación de «audiotecas» y «discotecas» -en su sentido primario- como puntos neurálgicos y centrales para la documentación y el almacenamiento de las producciones de los alumnos. Desgraciadamente, nuestra cultura gráfica ha incidido en la necesidad de las bibliotecas de centro y aula -que son por cierto, imprescindibles- y ha abandonado totalmente el registro y archivo de los documentos sonoros.
En todo caso, la potenciación del mundo sonoro en los centros educativos -como en el resto de los medios de comunicación- no exige necesariamente la presencia de un lugar específico de custodia de materiales. En esta apasionante aventura, lo esencial es la planificación de los equipos de profesores para hacer realidad un proyecto educativo donde esta dimensión crucial de la persona no sea olvidada.
Integración en los planes formativos
Muchos profesores, encandilados por la presencia apabullante de la imagen, consideran al sonido como un medio pobre. Sin embargo, las posibilidades del mundo sonoro están aún por descubrir en la mayoría de los centros educativos.
El mundo auditivo ofrece múltiples pistas de trabajo para desarrollar la sensibilidad y el espíritu crítico e investigador de los alumnos. El desarrollo de la expresión oral sigue siendo una asignatura pendiente en el mundo de comunicación interpersonal ya que la mayoría de los alumnos no recibieron en su momento la enseñanza expresiva oral suficiente como para comunicarse, hablar en público o presentar mensajes ante determinados auditorios.
La expresión oral, mediante diálogos, debates, exposiciones, composiciones verbales, descripciones en alta voz... debe estar incluida en todas las acciones formativas, inexcusablemente en lo que se refiere a orientación y búsqueda de empleo, comunicación, venta de productos, marketing y publicidad, formación y aprendizaje, y en todos aquellos campos correspondientes a familias profesionales que tengan que ver con la información y la gestión o atención al público.
Pero es necesario además, potenciar este nivel expresivo con el empleo de cintas magnetofónicas, audiciones de discos documentales y musicales, grabaciones de los propios alumnos, análisis y participación en programas de radio, audición de textos literarios en grabaciones, dramatizaciones y teatros grabados, etc.
La expresión oral tiene en los medios de comunicación sonoros múltiples posibilidades de desarrollo para la adquisición de hábitos orales en idiomas, grabaciones de entrevistas adquiriendo la tan ignorada técnica del preguntar, recuperación de mensajes sonoros populares (como romances, fandangos, recetas de cocina, consejos de «la vieja», refranes, canciones y leyendas orales...), etc.
El medio sonoro puede ser explotado también en los centros educativos como objeto de estudio y análisis, aprendiendo a manejar técnicamente los aparatos (cómo funcionan, por qué se graba, cuáles son los distintos sistemas de reproducción del sonido y las peculiaridades de cada uno, cómo se monta un estudio de audio, etc. En todo caso, estas actividades pueden tener finalidad en sí mismas, ya que en el mundo laboral, en la empresa, es cada vez mayor la necesidad de polivalencia profesional.
Es importante además que los alumnos sean más conscientes de la importancia que los medios tienen como lenguajes y de la necesidad de comprenderlos y hacer un mejor uso de ellos.
En educación es necesario también potenciar el análisis y reflexión de los mensajes sonoros que diariamente recibimos de los medios comunicación. Radio, televisión, cine, megafonías... ponen a diario en funcionamiento un conjunto de informaciones que tienen que ser interpretadas desde una óptica crítica y responsable. Técnicas de montaje, procesos de guionización, recursos orales de los medios, sistemas de captación de los oyentes, etc. son, entre otras, nuevas propuestas para una integración didáctica de los medios sonoros en las aulas de los centros formativos.


 Desde que en 1901 se produjera la primera emisión entre América y Gran Bretaña por radio, las cosas han cambiado mucho. Nuestro aire está invadido por las ondas y las frecuencias están cada vez más saturadas. Telefonía móvil, radioteléfonos infantiles, emisiones vía satélite, ondas pesqueras, telecomunicaciones intercontinentales, televisión internacional, sistemas de búsqueda personalizados... son ya parte del universo cotidiano.
La existencia de las ondas electromagnéticas transmisibles en el espacio fue descubierta en el campo técnico a mediados del siglo pasado por el físico C. Maxwell. Sin embargo, la historia asigna el descubrimiento de la radio al italiano Marconi, quien en 1897 consigue la transmisión práctica por medio del sistema morse. Desde aquel evento hasta hoy, la radio ha evolucionado en calidad tecnológica y especialmente en las infinitas posibilidades de uso, no ya sólo como medio de información de masas, sino como sistema interpersonal de comunicación.
Sin embargo, la radio, desgraciadamente, ha permanecido muy ajena al mundo de la educación. Ni los profesionales del medio han comprendido la particularidad del mundo docente, ni el sistema educativo ha sabido integrar los valores formativos de este medio sonoro. Ferrán González (1989) dice que «no se trata de jugar a hacer radio, ni siquiera de realizar una actividad paralela a la escuela, consiste en aprovechar la magia de la radio para hacer una educación más activa, democrática, crítica y solidaria».
No obstante, frente a este desconocimiento mutuo, en los últimos años hemos ido asistiendo a una tendencia de encuentros y convergencias que han llegado a materializarse en experiencias de programas de radio elaborados por profesionales destinados especialmente por sus temáticas y lenguajes a alumnos de todos los niveles, programas elaborados por los propios alumnos en las emisoras comerciales con un mayor o menor protagonismo y periodicidad, así como la creación de emisoras en los mismos centros educativos, con posibilidades de difusión autónomas, dentro de ciertas limitaciones. El número de experiencias didácticas de radios ha aumentado progresivamente en los últimos años, recibiendo incluso respaldos de la administración educativa, como proyectos de innovación y experimentación educativa.
La fundamentación pedagógica que sustenta el uso de la radio en la enseñanza gira alrededor de los mismos planteamientos generales que justifican el empleo didáctico de los medios de comunicación en las aulas: la presencia social de la comunicación audiovisual y la consiguiente necesidad de favorecer una lectura crítica y creativa de los mismos, así como de abrir los centros educativos a la realidad del entorno.
Aprender desde las aulas individual y colectivamente a escuchar reflexiva y creativamente diferentes mensajes provenientes de los «media», potenciar el valor de lo verbal (dicción, expresividad, vocalización, lógica de exposición, propiedad discursiva, etc.) así como adquirir técnicas de trabajo colectivo, de investigación, de programación de proyectos, de iniciativa creadora, de autogestión... son sin lugar a dudas tareas a las que la educación no puede renunciar.
Las diferentes materias de un plan formativo, con el uso de los medios de comunicación sonoros, pueden ser interrelacionadas en una globalización metodológica que responda más fielmente, según los principios modernos del aprendizaje, a la manera que los alumnos tienen de percibir el mundo y la realidad. La parcelación abstracta que las disciplinas someten a la realidad, necesita contrapesos globalizadores e interdisciplinares.
El uso de los medios, y en este caso, de la radio, facilita esa necesaria interconexión, puesto que pone en funcionamiento los mecanismos de estímulo suficientes para hacer la labor educativa más motivante, creativa, cercana a la realidad cotidiana y próxima al proceso investigador/creador. En definitiva, una enseñanza mucho más dinámica, activa, participativa y sensible a la necesidad de preparar e insertar desde las aulas ciudadanas y ciudadanos democráticos, responsables y libres.
Utilización didáctica
La utilización didáctica de la radio en la enseñanza puede entenderse desde diferentes niveles. En nuestro análisis, la enfocaremos desde una doble vertiente: la radio como sustento o soporte de acciones educativas -radio educativa- y la radio que se produce en las aulas, según el grado de protagonismo de los alumnos y los roles que desempeñen en el proceso de recepción y creación del mensaje radiofónico.
1. La radio educativa
Los mensajes radiofónicos emitidos por las emisoras comerciales han estado prácticamente ignorados en los centros educativos: el desconocimiento de las programaciones, la inadecuación de los horarios de emisión, la poca sensibilidad de las emisoras comerciales ante el mundo de la educación, incluida la profesional y la escasa mentalización y formación de los profesores para el uso de este medio como recurso educativo han sido entre otras, algunas de las causas que han provocado que, salvo contadas y a veces muy interesantes experiencias, la radio comercial no haya tenido peso específico en las aulas.
Alumnos en una emisora en las aulas
Sin embargo, las posibilidades que ofrece la radio comercial como medio de conocimiento y aprendizaje en el aula están aún por explorar. Los alumnos, individual o colectivamente como oyentes, pueden desarrollar sus conocimientos de temas que tienen que ver con su formación profesional o simplemente fomentar actitudes críticas y reflexivas como usuarios de un medio de comunicación de notable incidencia social.
La magia del sonido a través de la voz, la música y los efectos especiales cautivan fácilmente permitiendo desarrollar la creatividad e imaginación. La posibilidad de creación de mundos imaginarios propios a través del valor sugerente de la fusión entre la palabra y la música, así como el empleo del lenguaje como símbolo de percepción e identificación personal, encuentran en la radio un aliado idóneo.
Las diferentes materias que se aglutinan y conjugan en una determinada acción formativa, son de alguna manera analizadas a través de los programas de ocio, cultura, debates, coloquios, noticias, informes, concursos, deportivos, musicales... Y no se trata simplemente de encontrar el referente inmediato en las asignaturas tradicionales. La radio ofrece una visión globalizadora de la que a veces estamos ausentes en el contexto formativo. Esta globalización de los conocimientos -basados en el entorno cotidiano- se revela de esta forma como elemento crucial del proceso de aprendizaje.
La radio comercial ofrece en sus diferentes y variadas cadenas provinciales, regionales y nacionales una programación amplísima. Voz, música y efectos sonoros favorecen, en resumen, la creatividad, imaginación y reflexión de los alumnos. Además es posible la audición colectiva de programas musicales, debates o tertulias, noticias y entrevistas. Sin embargo, las radios comerciales no han sabido hasta ahora generalmente sintonizar con el mundo de la educación.
En este campo, las posibilidades están muy abiertas y tanto docentes como periodistas de radio tendrán que seguir lanzándose recíprocamente lazos para el encuentro.


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