Utilizaremos el término adolescencia
para referirnos a la etapa de la vida que abarca aproximadamente entre los 10 y
20 años (aunque no es la edad cronológica el criterio fundamental para
determinar el inicio y término de ella). Se trata de una etapa que se
caracteriza por rápidos y significativos cambios en el joven, lo cual determina
una situación típica: alteración de la personalidad y dificultad en la
interrelación con los adultos; todo esto ha contribuido a la visión comúnmente
difundida de esta etapa como crítica o caótica. Para una mejor comprensión de
la variedad de cambios que se presentan a lo largo de este período, se ha
acordado dividirla en 3 subetapas que representan los momentos más
significativos de todo este proceso de transformaciones. Ellas son:
- Prepubertad
- Pubertad
- Adolescencia
I.-
Prepubertad (10 a 12 años aproximadamente)
En esta subetapa es donde comienzan a
apreciarse los primeros y quizá más bruscos cambios en la constitución física y
en la personalidad del joven. Las manifestaciones conductuales típicas son:
cambios bruscos en el ánimo, irritabilidad, hipersensibilidad y bipolaridad
entre introversión y extroversión; en términos generales, una personalidad que
se muestra desintegrada e inestable. Lo que hace más llamativos los cambios de
esta etapa es precisamente el contraste con la etapa anterior (edad escolar) en
que la personalidad del niño y su configuración física son muy estables y
predecibles. Analizaremos estas transformaciones en las principales áreas en
que ellas se presentan:
Área
Biológica
Comienza un aumento paulatino de los
niveles hormonales lo que va influyendo en el crecimiento físico y desarrollo
de caracteres sexuales secundarios (barba, vello púbico, mamas). Se produce un
significativo aumento de la talla, muy superior a lo experimentado por el (la)
joven previamente, lo que va acompañado de otros signos característicos:
crecimiento acelerado de las extremidades, ensanchamiento de las facciones,
acné, etc. Estos cambios físicos acelerados contribuyen a una imagen personal
cambiante e inestable y muchas veces a un físico poco agraciado e incluso a
incoordinación motora (crecimiento desproporcionado), todo lo cual suele crear
problemas de autoimagen negativa, las que se incrementan cuando se presenta
algún retraso en la aparición de estos rasgos. Todos estos cambios son
percibidos por el (la) joven, quien va experimentando sentimientos en relación
a ellos, los que se manifiestan en las otras áreas que analizaremos.
Área
afectiva
Se produce una acentuación general de
los impulsos que no están muy definidos, los que se traducen en una
excitabilidad difusa (irritabilidad, cambio de ánimo, hipersensibilidad).
Tiende a disminuir la vitalidad propia de la edad escolar, presentándose
momentos de actividad alternados con momentos de pasividad e introversión. Uno
de los sentimientos característicos en esta etapa es el de ser incomprendido,
lo cual se relaciona con una percepción de no ser niño ni joven; es común el
aburrimiento y el no saber que hacer, ya que los intereses de la etapa anterior
ya no están vigentes y los de la nueva son aún nacientes. El impulso sexual por
su parte, emerge y comienza a diferenciarse del resto de la vida psicológica,
pero aún no hay conciencia de él por lo cual se traduce, también en este plano,
en una excitación difusa que influye en las variaciones del ánimo.
Área
Social
Se produce un quiebre en las relaciones
interpersonales en las diferentes áreas (familia, amistades). Comienza a
enfatizarse el afán de independencia que marca conflictos en las relaciones con
los padres, ya que esto también oscila entre arranques de independencia y
actuaciones infantiles que requieren protección y dependencia. Esta última
también es buscada debido a la inseguridad básica experimentada a raíz de los
múltiples cambios, lo que marca una intensificación de las manifestaciones de
obstinación. Muchas veces se desestructuran los anteriores grupos de amistades
a causa del cambio de intereses o se estructuran nuevos, con fines o metas
difusas (ej. juntarse para molestar o descalificar a otros grupos). Se aprecia
una tendencia al antagonismo entre los sexos, constituyéndose grupos más bien
unisexuados.
Área
cognitiva
Comienza a surgir una nueva modalidad
de pensamiento que permite al joven trascender del nivel más primario que
maneja en la edad escolar. Esta nueva modalidad se denomina pensamiento hipotético.
Por ser una modalidad naciente, ella se presenta en forma oscilante (como casi
todos los rasgos del prepúber), fluctuando entre momentos de razonamiento
hipotético-deductivo y otros de razonamiento anterior.
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