Qué fue el Renacimiento
Como ya lo expresamos, se
denomina Renacimiento al fenómeno cultural o movimiento
de revitalización cultural que surge en Europa Occidental durante el
siglo XIV, que se desarrolla en los siglos XV y XVI y que se muestra como
característica esencial su admiración por la antigüedad grecorromana. Este
entusiasmo, que considera las culturas clásicas como la realización suprema de
un ideal de perfección, explica el calificativo de Renacimiento, pues en verdad
se trataba de un renacer, de un volver a dar vida a los ideales que habían
inspirado aquellos pueblos.
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La Gran Cúpula
de la Catedral de Florencia, en Italia, diseñada por Filippo Brunelleschi, el
primer gran arquitecto del Renacimiento italiano. Se empezó a construir en
1420 y se tardó 14 años en acabarla.
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En principio, se aspiró a una
renovación en todos los aspectos de la cultura humana, filosofía, ética, moral,
ciencia, etcétera encaminada a la hechura de un hombre que fuera compendio y
resumen de todas las perfecciones físicas e intelectuales. Pero lo más
característico de esta época es la separación entre lo cívico y lo
religioso.
También se puede afirmar que
el Renacimiento es uno de los grandes momentos de la historia universal que marcó
el paso de mundo Medieval al mundo Moderno. Es un fenómeno muy complejo que
impregnó todos los ámbitos yendo, por tanto, más allá de lo puramente artístico
como ha querido verse.
La educación empieza a cobrar
una importancia primordial y, como las normas medievales no funcionan, se acude
a los clásicos de la Antigüedad, quienes actúan como modelos y estímulo. La
recopilación de los códices antiguos, el análisis y asimilación del espíritu
que animaba a griegos y romanos constituye el movimiento denominado Humanismo.
El término Renacimiento,
entonces, simboliza la reactivación del conocimiento y el progreso tras siglos
de predominio de la mentalidad dogmática establecida en la Europa de la Edad Media. Esta nueva etapa planteó una nueva forma de ver
el mundo y al ser humano, el interés por las artes, la política y las ciencias,
revisando el teocentrismo medieval y sustituyéndolo por un cierto
antropocentrismo.
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Para algunos, la llegada de Colón a América en
1492 marca el inicio del Renacimiento.
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Para muchos autores empieza en
1453 con la conquista turca de Constantinopla. Según otros es un nuevo periodo
que surge desde el descubrimiento de la imprenta, e incluso se considera que no
se produce hasta que Copérnico descubre el sistema heliocéntrico; pero la fecha
tope considerada como su inicio es 1492, cuando ocurre el descubrimiento
de América.
El término Renacimiento deriva
de la expresión italiana rinascita, vocablo usado por primera vez
por el literato Petrarca.
El Renacimiento es, ante todo,
un espíritu que transforma no sólo las artes, sino también las ciencias, las
letras y formas de pensamiento. En su conjunto, como ya dijimos, se ha visto
una clara reacción al espíritu teológico de la Edad Media; sin embargo, la
ruptura no se produce de manera violenta.
Durante buena parte del siglo
XV se mantienen las formas del arte medieval, iniciándose una convivencia entre
los clasicismos, que poco a poco van a ir imponiéndose a los elementos góticos
en autores como Brunelleschi o Fra Angelico que ensayan movimientos que
posteriormente se van a desarrollar. Esta serie de fenómenos nos dan a entender
que hablar de ruptura no es del todo correcto, es quizá más una evolución que
nos permite comprender mejor ciertas manifestaciones del siglo XV.
Orígenes del Renacimiento
El Renacimiento tuvo
su origen en Italia en los siglos XIV y XV, llegando a su apogeo al iniciarse
el siglo XVI. De Italia se extiende lentamente por Europa excepto Rusia.
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Filipo
Brunelleschi, arquitecto y escultor pionero del Renacimiento.
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En el transcurso de los
cincuenta años que van desde 1520 a 1570, discurre la madura plenitud del
Renacimiento y también se percibe su ocaso. Toda la Europa de Occidente toma
parte ahora en el movimiento de las artes y de las letras.
La recepción de los gustos
italianos se generaliza, los grandes maestros surgen ya no sólo en Italia, sino
en todo el ámbito de las monarquías occidentales. Pero el desarrollo normal de
la cultura renacentista se ve afectada por el hecho simultáneo de las luchas
religiosas derivadas de la revolución protestante.
Las transformaciones culturales del Renacimiento
En cuanto a cultura y modo de
vida en el Renacimiento, se puede decir que mientras en la era anterior, que a
su vez marca el principio del renacimiento, la gente vivía dentro de grandes
propiedades de nobles de la época llamadas feudos y cada uno
de estos tenía dentro de sus propiedades todo lo que necesitaba para ser
autosuficiente, ahora se cambia este tipo de vida y comenzaron a
desarrollarse propiamente lo que son las ciudades y las villas o poblaciones,
pasando poco a poco el dominio de la comunidad a los comerciantes y fabricantes
de todo tipo de bienes (tanto de necesidad como suntuarios) y que la gente, ya
fuese noble o plebeya, requería o deseaba poseer.
En el Renacimiento cabe
destacar también el desarrollo de la arquitectura, así como la creación de
grandes obras de la literatura universal como "La Divina Comedia", de
Dante Alighieri; obras también surgieron de Francisco Petrarca y Juan Boccaccio
y muchos otros literatos.
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Petrarca.
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Que el origen del Renacimiento
sea italiano es porque Italia es fundamental por su pasado histórico que ahora
se quiere recuperar e impulsar. Además hay otro factor relevante y es que en
Italia nunca hubo un arraigo total y fuerte de lo medieval como ocurrió en el
resto de Europa, precisamente porque aún estaba latente el espíritu clásico.
Las Cruzadas habían
intensificado el tráfico comercial entre Oriente y Occidente, enriqueciendo
especialmente a las ciudades italianas Venecia, Génova, Pisa y Florencia. Dentro
de sus muros y al amparo de sus escuadras, un grupo de banqueros, comerciantes,
industriales y artesanos consiguieron la seguridad y la libertad para el
despliegue de sus capacidades personales.
Estos burgueses aprendieron,
mediante la experiencia personal y colectiva, que el éxito de sus empresas
económicas dependía de la capacidad para calcular y anticiparse a las
circunstancias mediante decisiones oportunas. Su posición individual en la
sociedad no dependía del nacimiento ni del arbitrio del señor ni de la voluntad
divina, sino de sí mismos.
Políticamente, Italia se
organizó en torno a ciudades-estado que obtuvieron un gran auge artístico y
político encabezadas por Florencia.
En el Renacimiento, entonces,
la historia de Italia es la de sus cinco estados principales: Florencia, Milán,
Nápoles, Venecia y el Papado. Las constantes luchas por ampliar las fronteras
hicieron posible la creación de un nuevo grupo social: los Condottieri,
que eran personajes especializados en la guerra, grandes estrategos que
estaban generalmente al mando de una compañía, aunque, en última instancia, su
suerte la decidían el poder, las necesidades, los objetivos y los recursos del
príncipe o Estado al que servían.
Las guerras entre los estados
italianos se hacían mediante contratos, por tanto, a través de los condottieri,
durante casi dos siglos. Esta tradición seudo-mercenaria se hizo presente en
Europa desde el siglo XIII, gracias en parte al desarrollo económico de las
ciudades, el crecimiento demográfico y la tradición de las Cruzadas, haciendo
posible que parte de la clase de terratenientes se aúnen para producir un gran
excedente de grupos armados fuertemente cualificados.
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Estatua de un
condottieri italiano.
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Desde finales del siglo XV los
condottieri fueron personajes para los que la guerra era una empresa esporádica
más que una actividad permanente; la clave de este sistema se basaba en la condotta, contrato
en el que se especificaban las condiciones de los servicios prestados por el
capitán y sus soldados y su retribución por ellos.
Este tipo de contrato se
utilizó en otros ámbitos, gracias al nacimiento de una fuerte burguesía
próspera que buscaba su propio beneficio. Nace ahora la clientela,
debido a que la economía se va liberando y van tomando autonomía los pequeños comerciantes ybanqueros que,
con su mecenazgo, van a impulsar relaciones comerciales a nivel nacional e
internacional.
Pero este movimiento de
capital no estaba controlado por un Estado fuerte que promoviera dichas
iniciativas, sino que generalmente funcionaban como empresas privadas,
gestionadas a menudo sobre una base familiar, subordinándose a la iniciativa de
un linaje o clase social acomodada. Generalmente se trataba de aristócratas que
no eran miembros de la nobleza ni pretendían serlo, y, sin embargo, eran
reconocidos como personajes de alto prestigio en la sociedad renacentista. Se
mantenían al margen de la corte, valiéndose de la situación de que el príncipe
o monarca no conocían los mecanismos financieros, abriéndose para ellos un
campo extraordinario de oportunidades como operadores económicos o
intermediarios entre ellos financiando algunos de los gastos extraordinarios de
la corte. Pero aun sin pertenecer a la clase nobiliaria y eclesiástica, gracias
a su capital rivalizaron con ellos.
Mapa conceptual
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Fuente Internet:
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Ya hemos dicho antes que el
Renacimiento surgió en Italia, pero, además, el Renacimiento del siglo XV se da
sólo en este país. Se puede decir que en Francia, España y Alemania hacia 1450
a 1500 ya se conoce este movimiento, pero no se desarrolla plenamente hasta el
siglo XVI.
El renacer de Italia estuvo ligado a la idea de la
recuperación de la grandeza de Roma, que tras la caída del Imperio Romano, y un
periodo de anarquía y confusionismo, desde el quattrocento se trata de romper
con
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